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Responsabilidad social

Con donación recuperan polideportivo en la vereda Márquez de La Calera.


“Como parte de las razones que inspiran el proyecto, ofrecimos al municipio hacer una inversión para la comunidad. El polideportivo necesitaba una intervención urgente: pavimentamos la cancha, pusimos una cubierta con los mejores materiales, instalamos un moderno sistema de luces y pintamos todo” dice Luis Enrique Maldonado, gestor del proyecto, quien llamó la atención de comunidad insistiendo “en la importancia de apropiarse del lugar para que lo cuiden y lo mantengan. “Esto que es público, les pertenece, por ello, es importante que lo disfruten y lo cuiden”.
El polideportivo fue inaugurado con una misa a cargo del párroco de La Calera, Alfonso Moyano quien agradeció a Bosques de Granada y Cayundá por “darle a la comunidad, especialmente a los muchachos, un lugar digno para hacer deporte y emplear su tiempo libre en condiciones que promueven el respeto y la cálida de vida”.

Para Carlos Casas, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda, la nueva cara del Polideportivo“es un espectáculo, la vereda carecía de un escenario deportivo adecuado; ahora, al estar cubierto hay viabilidad para muchas actividades. Actualmente estamos realizando un campeonato de fútbol sala en donde participan 42 equipos. Es maravilloso ver a los muchachos jugando, fútbol, baloncesto, voleibol, hasta las 10:00 de la noche. Eso era imposible antes. Ha sido un aporte muy importante para la comunidad”.



Municipio de la calera recibe 23 hectáreas de bosque para zona de reserva protegida


“La sostenibilidad no solo puede ser en lo ambiental, hay que escalar ese concepto a uno integral que incluya la sostenibilidad económica y social, de otra forma es un proceso incompleto que no dará los resultados esperados”,  aseguro, Luis Enrique Maldonado, director de Promotora Entorno 2000, en la presentación del proceso sostenible que es base del desarrollo de Bosques de Granada y Cayundá, proyecto que busca hacer una transformación de vida a partir la selección del lugar en el que se construye una casa, la forma en la que se hace ésa construcción y el funcionamiento que tendrá en cuanto a administración de recursos, personas, basuras, agua, etc.
Bosques de Granada y Cayundá, dice, “es un ejemplo de urbanismo responsable y triplemente sostenible. Es un experimento con el que buscamos acabar con la mentalidad del cortoplacismo y la utilidad inmediata que tanto daño le ha hecho al planeta”, asegura este coaching empresarial y personal que además promueve en Colombia el Shinrin-yoku o Baño de Bosque, basé de este proyecto presentado por las autoridades del municipio de La Calera como ejemplo de desarrollo urbano.
En desarrollo de ése concepto, Maldonado anunció la decisión de los gestores del proyecto, que tiene como objetivo la conservación de los bosques nativos, ceder al municipio, de manera excepcional frente a las normas, que solo obligan a ceder el 10% de los predios, 13 hectáreas  más de bosque, para un total de 23, que se convertirán en una zona de reserva protegida y hogar de mamíferos como la comadreja y el curí y aves como el colibrí, la mirla, el azulejo y la pava andina. En este bosque el municipio podrá desarrollar actividades educativas y recreativas.  Adicionalmente y dentro de la propiedad se reforestarán 30 hectáreas con especies nativas como roble, arrayán, cedro, mano de oso, laurel de cera y aliso, entre otros tipos de árboles.

Bosques de Granada y Cayundá, ubicado sobre el valle del Río Teusacá en el municipio de La Calera, frente al costado occidental del Club La Pradera de Potosí y a una distancia de 20 minutos de Bogotá, es un proyecto enfocado en la transformación del sistema de vida gracias a la convivencia con el bosque, razón por la cual éste es el primer lugar en Colombia donde se promueve el Shinrin-yoku, palabra que significa “baño de bosque” en  el idioma nipón y responde a una terapia desarrollada en japón donde ya existen 48 centros oficialmente designados por la Agencia Forestal para practicar esta terapia que ha demostrado que un paseo por un bosque aumenta significativamente la concentración de células NK (del inglés “natural killer”) en sangre, un tipo de glóbulo blanco que contribuye a la lucha contra las infecciones y contra el cáncer. Según los investigadores que avalan esta terapia, los compuestos volátiles emitidos por los árboles son los principales responsables de este efecto beneficioso sobre el sistema inmunitario y actúan como supresor de tumores.

Artículo publicado en Ambientalex, portal ambiental

SAMPA. ALIMENTO NO PERECEDERO


Este alimento no perecedero es altamente energético, nutritivo y de muy fácil elaboración y cerrado herméticamente puede conservarse durante años.
Es usado en el Tibet  no para vender, sino que se forman grupos en comunidades y se prepara en cada casa para tenerlo guardado herméticamente, pues puede durar entre 4 y 7 años libre de hongos y de bacterias.
La palabra Sampa es de origen sánscrito, significa 1) relámpago y 2) cocinar u hornear completamente.
En tiempos "normales" el Sampa puede ser utilizado como elemento de limpieza del organismo y de descanso de los órganos digestivos tan maltratados hoy día por nuestros hábitos alimenticios.
En tiempos "difíciles" el Sampa preparado y almacenado con antelación puede ser la única ancla de salvación frente a la escasez de alimento o frente a la imposibilidad de consumir el que se consiga alrededor debido a su contaminación de naturaleza bien sea química, biológica o nuclear.

Sampa es además un tejido social, un alimento elaborado con la intención y la energía de todos tejiendo comunidad, amor y entendimiento a través de la música, la danza y el propósito sostenido durante su elaboración. Es un conocimiento que debe ser multiplicado para que se beneficie el mayor numero posible de personas, como un ejemplo para el resto de los alimentos.

CONSUMO

El Sampa es un alimento altamente energético. El consumo de una bolita de Sampa es el equivalente a una de las tres comidas que normalmente consumimos en un día, por lo tanto con la ingestión diaria de tres bolitas de Sampa no se necesita consumir ningún otro alimento, ya que ellas solas suministran al organismo la energía necesaria y suficiente para su desenvolvimiento funcional durante el día.
Se recomienda en fin que todas las personas que participan de la repartición final de las bolitas estén presentes y participen directamente en todas y cada una de las fases de preparación de las mismas, en especial en la fase de amalgamiento de la mesa con miel, ya que durante ese proceso, se estará trasmitiendo al empacar, la energía de todos y cada uno de los componentes del grupo.

De esa forma la energización del Sampa será mucho mayor y mayores serán los beneficios al momento de consumirlo.

Los invitamos este lunes 25 de enero a disfrutar de una nota acerca de nuestro proyecto de urbanismo autosostenible en el noticiero CM& a la 1:30 pm



Lo que va de Chicaque a Granada y Cayundá


Chicaque es un parque natural que curiosamente no es público sino pertenece a una familia, que entendió que la única forma de conservar una reserva natural no es que ésta esté en manos del Estado; que se le puede sacar ganancia a una riqueza sin dañar el medio ambiente. 
Mientras tanto, yendo hacia el norte, cerca al municipio de Sopó, aparecen otros bosques. Esta vez, no como una reserva exclusiva para la contemplación o el turismo pasivo, sino como la cesión que obliga a los urbanizadores a dejar espacios libres para la comunidad o para conservar los espacios verdes, los bosques nativos. Es un proyecto urbanístico conocido con el nombre de Bosques de Granada y Cayundá, dirigido a aquellos bogotanos aburridos de vivir entre moles de cemento. 
Y vuelvo a Chicaque, a aquella linda experiencia de más de cuatro horas de andar por los antiguos caminos reales, por los senderos que sirvieron a colonizadores para llegar a esa mágica sabana. Rodeados de bosques de niebla, de una densa bruma, un biólogo guía nos va contando el valor de grandes y pequeñas plantas, de una naturaleza tan imponente como frágil. 
Quince días después, ya no estoy en esa parque vecino de Soacha, son otras montañas, son otros paisajes. “Aquí hay inspiración divina, y percibo que no todo tiene que ver conmigo”, explica  Luis Enrique Maldonado, promotor del proyecto quien, mientras caminamos por un estrecho sendero, cuenta como fue la preparación de este diferente concepto de urbanismo. “Para el trabajo inicial se construyeron diques y se recogió el agua las de quebradas”. “No se tumba ningún árbol”, fue una de las condiciones que se le exigió al arquitecto, como parte de la idea de que este desarrollo busca respetar la decisión de la tierra. “Hay que escuchar a la naturaleza, porque ella habla” decía Pocahontas, la indígena de la película de dibujos animados. 
Los robles caracterizan a Chicaque. Y entre ellos se siente la paz de la naturaleza. Elesfuerzo de los caminantes permite recordar que somos unos seres más entre las plantas que luchan por sobresalir entre la blanca niebla. Y el paso firme no se detiene. Entre las escaleras naturales, vamos sintiendo como la vida se esconde entre los bosques milenarios. 
Y con esa magia que permite volar con la imaginación, voy hacia adelante, a un proyecto artificial que quiere replicar la obra divina. Granada y Cayundá busca que el tema del respeto a la naturaleza esté por encima de la gran rentabilidad de un negocio urbanístico e inmobiliario. Así lo dice su promotor, un hombre que ha pasado por experiencias como manejar el recurso humano de Coca Cola y que últimamente lucha por superar un cáncer de próstata. 
Por eso este hombre visionario entiende la importancia de escuchar a su cuerpo y a los árboles, respetándose a sí mismo y a todos los seres vivos, incluidos sin duda los bosques nativos, que requieren años para desarrollarse y que tan solo evitando tocarlos pueden formarse y crecer. 
Y en mi mente veo el refugio de Chicaque, esa especie de chalet, donde los grupos de caminantes se encuentran para recibir, como premio al esfuerzo, una comida caliente y la energía para volver a retomar el camino de regreso a la base de la caminata. Sin embargo no todos vuelven a pie. Algunos prefieren tomar un campero o un caballo, y, sin embargo la experiencia quedará por siempre en la mente de los afortunados seguidores de los antiguos colonizadores y de nuestros hermanos indígenas. 
En los bosques cercanos de Sopó, se da el contraste de la naturaleza frente a la tecnología. Mientras se busca proteger el bosque nativo, se instala una red de fibra óptica para poder colocar cámaras y cuidar una urbanización moderna de unos seres humanos que a veces parecería que olvidarán que su origen también estuvo en la naturaleza virgen. 

Por eso los diseñadores del proyecto urbanístico de Granada y Cayundá entienden que tienen una importante obligación que va más allá de los compradores. Por eso, un elemento clave en el condominio será el sendero construido en el borde de los lotes, que permitirá que los extraños, los campesinos, estudiantes vecinos, y, porque no, los citadinos puedan acceder a este hermoso bosque nativo. Como un aporte al medio ambiente y una manera de compartir con la comunidad el valor de un bosque que tiene cientos de años y que gracias a estas iniciativas durará por siempre.